Eres palabra que denomina a esa enfermedad que agita mi pecho.
Huella de la constancia pasada.
Salida o desvío que aparece inmediatamente sellada con tu nombre.
Huerto surcado, que halla una mano traslucida irreconciliable,
constante de la noche
cerrada y abierta en momentos.
Tú denominas los rincones
pero de tu presencia ya no hay nada.