viernes, 20 de agosto de 2010

Adiós, adiós.

Y digo adiós, adiós, a todos tus problemas.

Ya no tienen porque ser mis problemas.

domingo, 15 de agosto de 2010

Con una rotura del cielo,
me doy cuenta que me he enamorado de él esta noche.
No le he visto por segunda vez y ya quiero hacerle el amor hasta reventar.


Una gran carcajada falsa finaliza estas frases cargadas de ¿espiritualidad?


Sigo riéndome ante mi propia facilidad de enamoramiento hormonal.



Silbo. Ahora no hay nada.
Con el paso de los minutos creo que seguirá sin haber nada en ese cajón, mientras otros se van llenando poco a poco.
El cajón de la experiencia supera todas las expectativas.

Lamo las esquinas del cajón de los sentimientos, rebañando cuando ya no hay nada.
No debiste haberte bañado en calzoncillos, ni yo tampoco.

sábado, 14 de agosto de 2010

Las variables de tu personalidad tocada por el pincel de mis hipótesis, me tienen entre la creación de la vida y la explosión de todo nuestro todo en pequeños fragmentos.

Si logro concebir algo, de vez en cuando...Todo se distorsiona por las ideas frágiles en las que mis manos toman acto de presencia, arrancando tu ropa de carne llena de detalles minúsculos.
Y lo que llaman pasión esos los humanos, yo lo desgarro para mi propio beneficio.
Juego con las impresiones que tengo de ti, que poco a poco van ampliando el espacio que ocupan en mi gran evasión no evasiva.
Es entonces cuando descubro a la gente y la idea que se han hecho de mí.

Mi boca desde entonces no deja de tener hambre de personas tan tan tan tan intensas como tú.

viernes, 6 de agosto de 2010

Estoy perdida entre el sfumato
y el escorzo
que provoca tu existencia al presionar sobre mis costillas.

Tu cuerpo es demasiado joven,
demasiado bello
para todo ese campo de maíz salpicado por pecas.

Hay momentos con diferentes luces,
que cortan el aire
mis dogmas,
y deshacen de mi cuerpo, de mis venas
esos pequeños fragmentos de nostalgia e infertilidad.
Abundancia y sequía.
A veces consigo hallar armonía ante tu risa.

A veces pienso que no puede ser cierto,
que estés tan vivo.
Tan terso, y a la vez tan blando.
Jugoso,
e incierto.
El jugueteo con tus manos...

No se separar los silencios,
de los versos.
Tarareas.
Se pierde la conjugación de los verbos,
del tiempo.

Te observo dormir.
Mi aliento acaricia con todas sus manos,
los párpados, tus párpados.
Algún día te he de convencer.

Doro tu encarnadura con mis pensamientos.
Querido fruto: Tu maduración quiero adelantar.
Y tus labios masticar,
cuando habla mi instinto.