viernes, 26 de junio de 2015

¿Por qué no me doy por vencida?

¿Por qué no digo ADIÓS?

Un lobo aulla dentro mío.
Me da miedo y quiero huir.
Pero cuando empiezo a hacer las maletas
comienzo a ver todo absurdo.

¿Por qué huir?
Si yo me centro en este sentimiento,
nada puede conmigo.
Si pienso en ti,
me siento fuerte, elástica,
veloz y sencilla.

<moleculares relacionadas con tu olor. >>
Me escucho decir.
Y me doy cuenta que he perdido la cabeza
y que estoy diciendo incoherencias.

A veces tengo que coger aire
cuando te acercas.
Porque huiría.
Porque siento que puedes marcharte
y yo me quedaría descolgada.

Pero eso me hace enfrentarme al miedo.
Y me hace ser coherente.
Me vuelve algo de cordura.
Si te amo, ¿ por qué debo de huir?

Si tú no me amas,
huye tú por mi.

Temo ser sólo un farol que evite que choques contra las rocas.
Temo no tener sentido en tu vida.

Pero digo adiós a los temores,
cuando me sonríes.
Cuando te veo dormir
y cuando pasas la pierna por encima de mi.

NO SE LA CAUSA
QUE ME INCITA A INTENTAR DESCRIBIRTE.

CUANDO LEO ESTO ME ENFADO.
No debería intentar describirlo. Sólo digo bobadas.

Sólo sé impregnar el pincel en colores
y presionarlo contra el papel.

Amarte para mi es igual de sencillo.

Sale todo por las yemas de mis dedos
y sale la fuerza tras bombear sangre
mi corazón.

Y aún no queriendo
me descubro acariciando tu espalda.
Intentando descifrar tu existencia.
Intentando amarte sin que mi orgullo se hiera.
Intentando sobrevivir a tu rechazo.

sábado, 21 de marzo de 2015

Cuando te vas tu mirada me conmueve.

No se qué decir.

Podría estar todo el día diciendote que te amo.

No se cómo demostrártelo ya.

Es porque me centro en demostrártelo,
que empiezo a fastidiarlo.

Lo que mejor se me da es ser inconsciente.
Es ser espontánea.
Es ser yo misma.

Cuando pienso pierdo el brillo.
Cuando pienso y luego actúo,
dejo de ser yo misma.

Quiero amarte sin limites.
No quiero limitarme.

Me gustaría tener un modo para expresarme,
pero la poesía no es lo mío.
No se cantar.
No se bailar.
No puedo pintarte.



¡No quiero censurarme!

sábado, 14 de febrero de 2015

¡Qué difícil!
No dejarse llevar por la rabia.
¡Qué difícil!
Aceptar que un día puede que te vayas.

¡Qué difícil!
Estar tranquila cuando tu no me abrazas.

Ojala, es una palabra muy usada por la mente,
para dar forma a mis deseos.

Quiero hacerlo lo mejor posible.
Pero creo que cuanto más lo pienso es peor.

Nada tiene sentido,
si destierro este amor.
Y es que es lo único que me hace humana.

No puedo apartarme,
aunque puede que en este momento sea lo mejor.
Cuando me echas, no puedo irme.
Quiero enfadarme y no puedo.

¿Soy débil?
Siento que formas parte de todo.
¿La vida tiene sentido sólo cuando estas cerca de mi?
Continuamente lo que escribo suena a típico.
Pero es que no tengo palabras.
No sé como demostrarte mi amor.

Este amor es como un incendio continuo.
Quiero abrasarme contigo.
No puedo pensar con claridad.
Escribo sin pensar.
He dejado de saber hablar.

A veces pienso que tanta luz me va a cegar.
Pero sin luz, no veo los colores,
ni puedo volver a caminar.

Puede que mi orgullo se interponga entre nosotros.
O el tuyo el que me aparte.
Te noto lejos y estás cerca.
Dices que estás a mi lado,
pero no te percibo.
Y luego resulta que soy yo que me lo imagino.
La ansiedad a veces me posee.
Me asusta.

Y me dan arrebatos infantiles,
besaría donde duermes,
donde pisas,
lo que dices...
Tu sonrisa,
hasta lo que no me gusta de ti.

Son tan volubles los sentimientos,
y a la vez tan firmes y decididos.

No creo en el matrimonio,
y aún así me casaría contigo.
Nunca podré pensar antes de sentir.
Este amor parece no entrar en mi,
y a la vez me hace sentirme tan bien.

viernes, 7 de febrero de 2014

Una cigüeña pasó justo
cuando depositaron el ataúd
de mi abuela en su tumba.

Me gusta pensar que ahora es una cigüeña.

Los últimos años la quería como si fuese mi nieta.
Daba gusto besarla y abrazarla,
porque de verdad lo valoraba y lo sentía.

Y me gustaba cuando hablaba,
porque era muy sincera.
Decía las cosas sintiéndolas.
Era de las personas más sinceras que he conocido.

Me hubiese gustado que todo mi amor,
se hubiese convertido en ramo de flores para dejarle.
Pero entre tanta hipocresía nada me salía.


Ahora quiero más a las cigüeñas.
Eres como un martín pescador.
Podría resumirte así.
Pero no llegaría ni a describir
una de tus  miles de plumas.

No puedo pintarte.
Sigo sin poder pintarte.
No entras en ningún lienzo.
Ni ningún color mezclado con otros miles,
podría usarlo para colorear papel
que después yo convirtiese en tu reflejo.

Ninguna veladura podrá
llegar a ser tan vaporosa
como tus pestañas.

Tu olor es como una luz acechándome,
en cada parte de mi camino por la vida.


Pondría en cada recodo de la ciudad,
trozos de luz.
Eres oscuridad y luz a la vez.

Si pienso en ti huelo tu olor,
mezclado con tomillo,
con olor a madera,
con olor a mar.

Cuando me tocas,
puedo creer en cualquier cosa.
Cuando duermes a mi lado,
siento que nada me falta.




martes, 14 de mayo de 2013

De nuevo esta noche he soñado contigo.
Esta vez me regalabas mi sueño de cuando era niña. Me convertías en una pirata,
y me rodeabas de mar y luz.
Me dabas un barco y me dejabas navegar.
Y me he sentido feliz jugando a ser pirata.
Y lo mejor de todo, te sentía conmigo.

miércoles, 6 de febrero de 2013

A veces siento,
que somos como dos líneas discontinuas 
de una carretera.
Y que ahora cada vez nos separamos más.
Puede que nos vayamos por carreteras diferentes,
y tú te conviertas en coche.
Y yo me convierta...

No quiero perderte.
Pero tampoco me quiero perder a mi misma.