miércoles, 9 de junio de 2010

Dirigido a un reflejo...

Taconeo con mis pestañas.

Mientras, camino a tu lado…

Es subida al bordillo.


Cuando hablas de cocina

siento de vez en cuando,

Que como tu boca

se hizo el mundo.


Delicada.

No como un pétalo,

es, y fue tu creación.

La creación…


Eres muchas veces la idea de la ternura en carne.


Envejecen las luces de las farolas:

cuando saltas esos muros,

gateas esas farolas

o abrazas este cuerpo de aire.


¿Puede tu libertad,

ser aun más palpable que la de esa ave?


Siempre una sonrisa secunda,

a tus palabras de Bienvenida para el mundo.


Hasta las muecas embellecen tu rostro.

Me encuentro cediéndote las palabras, la saliva, los labios…Y tomando demasiada fuerza e impulso. Ya estoy creando.

No es algo que se pueda calificar en bueno o malo.

Mira como ya comienzo a hacer planes sin siquiera haberte cogido de la mano…

Ya estamos surcando los días de verano. Ya me veo nadando.

Tú disfrutando…

Frena, frena, mujer ola.

No te vayas ya.



Eres rápida como el vapor cuando atrapa al espejo...Pero luego te marcan, dejando mancha de jabón, que cuesta quitar y es necesario frotar, frotar...

viernes, 4 de junio de 2010

Sin titulo.

Una vez oí en una canción: "La amabilidad puede curar cualquier herida..."
Y antes lo pensaba así, yo también.

Ahora pienso que más que la amabilidad, es el tiempo.
Puede que incluso el amor pueda sanarla...

Pero sobre todo es el transcurrir del tiempo.

Y el adquirir poco a poco naturalidad a la perspectiva de esta visión dolorosa.



miércoles, 2 de junio de 2010

Hora de reír en alto.

Mis pies están andando solos.
Y mis pulmones aspiran tan rápido el aire...
como si este se fuese a escapar de un momento.

El sol está tostando mi piel,
temo que comience ha oler a quemado.



Una mariposa amarilla me reta a tener una carrera,
yo voy en bicicleta,
ella se conforma con el batir/latir, de sus alas.

No la envidio. Yo estoy disfrutando del mismo sol que ella...

Todas las lenguas/idiomas, se funden en una cuando se aproxima el Verano.
Y yo me rió de las fronteras que se inventan los humanos,
porque se derrumban como los castillos con las olas...
No queda nada de ellas a los pocos segundos.

Ni siquiera espuma.

Es hora de reír en alto.