martes, 26 de mayo de 2009

Cuando consiga pintarte,
tal y como eras,
sin menor falta del brillo en tu mirar...

Conseguiré, que no estés presente en mis estornudos,
o en mi falta de oxigeno, cuando bebo agua y me atraganto.

Ahora, dicen que eso es imposible. Yo no temo a lo imposible, sino a los que dicen nunca, imposible, jamas...
Tu eras una gaviota azul como ellas lo son ahora. Y no cabía nada de verdor en tu cabeza. Te suplicaba que me hicieses caso, que dejases de meterte con las hormigas. Ahora, en vez de ser deborado, eres una de ellas. 
Yo no tengo oso hormiguero, para esquivarte. Y quiero hacerme mayor. Ser una persona adulta. Deja de incitarme, no me pidas, que juegue a no saludarte, a odiarte, y decir que tu amor de ahora, es una criaja
Me aburren los juegos de mesa. No tengo paciencia, para esperar la acción, de alguien que nunca hará nada.
Comprame un chicle de menta, aun así, no te pintare.
Me haré a mi misma, cuando lo consiga.

Maldita sea, porque me mandaron aquí los tubérculos, como experimento. ¿Porque me encontré en vez de con humanos, con mas experimentos?

Me despido del trabajo, de bordar tu ex sonrisa.




Me es imposible.


Es gracioso, ¿verdad? 

Yo lo detesto.

Y aun así, me persiguen palabras que me dan alergia. Debí mirar la fecha en que caduca mi piel de plastilina.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Me voy haciendo inmune al cielo.

Y su pureza enigmática.

 

Atraigo a los grillos.

Los aparto de un manotazo.

Creen que me alcanzaran,

Haciendo mella en mí llaga.

 

Escupo saliva difusa, de colores.

Mañana será un buen día para no despertar.

 

Agito la mano diciéndote hola.

Y despidiéndome de manera elegante,

Sin avisarte,

Haciéndote creer que mañana nos volveremos a ver.

 

Antes de partir para no volver.

Susurrare las palabras que me desconfiguraron.

Reactivare, la sonrisa.

Sombrero en mano,

Pañuelo de seda colorida,

Mañana al llamarme no existiré.

 

Mañana al querer solucionarlo,

Ni hablare.

 

Me reiré porque habré perdido,

Habré perdido lo que quería,

Porque quería.

 

Los árboles serán los únicos que sabrán de mí partir.

 

Partiré la tortilla.

Brindare a vuestro honor.

Y luego me tirare al rió,

A sufrir un corte de digestión.

En el rió de los sentidos.

 

Aniquilando,

Todo cuanto contagiaste

Junto a tu pandilla de tambores.

 

Sonreirá la acera,

Que junto a la vaselina,

Olerán a lluvia.

Entonces cambiare las tejas del tejado,

Que ya va siendo hora.

domingo, 17 de mayo de 2009

No diré nada,

Si aun pienso y sueño,

A veces, que tu estas.

Qué vuelvo a ser parte de tu vida...

 

A veces todo lo tiñe tu pasado tú.

De gris.

De un color neutro,

Dejándome entre dos paréntesis en ese día.

 

Algún día te podré pintar,

Tal y como eras

Con tu sonrisa.

Entonces, quizás,

Alcanzare,

Para coger de la cola del vestido de la musa,

De todo cuanto me roba mis colores.

De todo cuanto a veces me gustaría sacar de mi interior.

Plasmar,

En un papel transparente...

 

El día que tu sonrisa salga de la punta de mis dedos,

El sol despuntara en mi horizonte.

Y podré volar,

Entre las copas de los conos de helado.

 

Sabor tus labios.

 

Sonríe igual que antes,

Así las azucenas que tanto aborrezco,

Resultaran cactus suaves,

Arañando mi interior.






TU BOCA ESTA TAN HELADA Y LEJANA COMO EL POLO NORTE

domingo, 3 de mayo de 2009

Alcé la mano para tocar tu aire

Alcé la mano para tocar tu aire,

El aire que te rodea.

No es brisa,

Es aire,

Aire fuerte,

Con olor a cerveza.

 

Me apretó.

La mano que tengo en el pecho de por vida, me amarro.

De por vida,

Es rotundo...

Algún día la llave o el ancla,

Será hallada por alguien.

Y desplegare las velas de mis ojos internos,

Muy internos.

Rodeados de tinieblas de hielo.

Dije alguien y quizás no sea nada.

 

Recordé que no recordaba su boca.

Cuando te miraba a través de los ojos cerrados.

No debía mirarte.

Eras para otra.

Eras.

Posesivo.

Que desagradable decir eras.

Eras el duende del cuadro encantado,

Rodeado de gente buscando la solución a su vida,

Pero mintiéndose,

Porque decían que simplemente contemplaban.

 

Tu agua estaba helada.

Me tendiste el lazo con la sonrisa.

Ofreciste cosas que no eran tuyas,

Menos mal que ya no me creo ninguna mentira.

 

Ja. Me reía.

Sobresalía.

TU alegría.

Sobresalía, sobresalía...sobresalía...

Hay ilusa alma despegada, arrastrada,

Desconfigurada, alma mía.

 

El sol vuelve a saludarme,

Tras mis gafas opacas,

De nácar,

Como tus dientes.

En un momento recordé,

Como debía hacer un huevo frito en mis mejillas

Embadurnadas en un noseque.

 

Temí que me abrazases,

O confundieses mis mejillas,

Con la boca que ya no es mía...

¿Por qué temía?, ¿Por qué temía?...porque temía....