lunes, 26 de marzo de 2012

A veces siento,
que siempre estaré entre la verdad y la mentira.
Que siempre estaré entre el beso y el vacío.
Entre la sonrisa y la lágrima.

Entre el abrazo sentido,
y el aparentado.

Entre gente con miedo,
y gente que no le importa nada.


No sé que pensar,
ni que decir.
Pues soy tan absurda,
como a la gente absurda que quiero.

A veces entiendo a todo el mundo,
a veces no me entiendo ni a mi.


Siempre todo es "a veces",
siempre todo es "a ratos".

viernes, 23 de marzo de 2012

La vida es más que mis lágrimas.
Ahora están sucediendo cosas,
más importantes que ellas.

Aun así me duele mirar dentro.


Podría estar triste por tantas cosas,
y alegre por tantas otras.
Pero ahora sólo estoy.
Existo. No me evaporé.

Siempre mi amor tiene que encogerse.


Y sino lo menguan.


Y sino me estalla dentro.


Quiero que me limpie la niebla
de dentro
la suave caricia del viento.

El viento que genere yo,
con mi propio movimiento.

sábado, 17 de marzo de 2012

Canto a la destrucción y a la creación.

No quiero que los hombres sean hipócritas.

Ni que surquen la tierra con odio.

No quiero que las mujeres usen armas

como manera de igualarse a la miseria de algunos hombres.


Quiero mujeres libres,

que caminen sin pedir permiso,

que se abalancen

y luchen por lo que sueñan.


Quiero que haya hombres honrados

que se cuestionen en alto.

Y mujeres que admiren

la capacidad de los niños de crear.

No quiero mujeres ni hombres,

que vean a los niños como una carga.


Quiero hombres y mujeres de verdad

que no callen,

que no digan: qué podemos hacer, sino sólo tragar.


No quiero mujeres y hombres que mientan,

y que no sean honestos consigo mismos.


No quiero gargantas sin voz,

y labios sin amor.

Ni personas que sean capaces de vender

a otras personas.


No quiero mujeres y hombres,

que sean tratados por otros como mercancías.


No quiero nada,

pero quiero el cambio.

No quiero manejar ni cambiar a nadie,

pero si anhelo el cambio.


Este mundo me hace reír,

y también llorar.

Me hace querer destruir,

pero también crear.


Para absurdo de todo,

aun así lo amo.

Y es mi manera de intentar ser honesta

conmigo misma.

sábado, 10 de marzo de 2012

Estoy creciendo. Sí.
Madurando.
Y a veces se me hace extraño,
oír llorar a la niña.

A veces lloro con ella.

Es increíble.
Me veo donde estoy.
Nunca imagine que iba a ser así
que iba a acabar aquí.

A la niña sólo puedo consolarla yo.
Sólo yo se las canciones exactas.

Y el miedo que siente
a veces se apodera de mi.
Pero voy a ser fuerte por ella.
Voy a ser fuerte por lo que ahora amo.

A veces tengo mucho miedo.
Tanto miedo que, es la niña quien me consuela a mi.

Tanto miedo,que sólo ella me hace sonreír.

Nunca pensé que la niña que rechazaba tanto
iba a convertirse en mujer.

Cuando tengo mucho miedo huyo con ella
a nuestra arena,
a nuestros partidos con niños brutos.

Pensaba antes,
que una herida me abría de arriba a abajo.
Pero desapareció hace mucho tiempo.

Sólo hay un rastro de claridad en mi piel.

He sobrevivido.

Y dentro de poco podré reírme de aquello que me hacía llorar.


Dentro de poco podré amar sin miedo al dolor.

No puedo ni imaginarme,
como debe sentirse la persona que no tenga ese niño para consolarlo.

Cuando me quiero dar cuenta,
mis sentimientos están abiertos.
Y ya no se pueden cerrar.


La niña está orgullosa de como no me ha vencido el tiempo, en ese aspecto.