sábado, 17 de noviembre de 2012

Lo que vivo es como lana.
Es suave, dulce al tacto y a la vista.

Y yo voy tejiéndolo.
Y deshago cosas ya hechas.
E imagino como podría hacer...

A veces mis dudas no son dulces y suaves.
No son de lanas de colores.

¿Qué será de mi?
¿Qué será de mis sentimientos?

Resulta que a veces no eres luz.
No eres sombra,
pero tampoco luz anaranjada.

Ahora te veo lleno de corrientes.
Azul marino, gris azulado,
azul rayo, verde lluvia.
Estás envuelto en hojas tiernas y verdes.

Diría: Aquí te amo.

Y no me importa tener debilidades.
Con verte sonreír...

Voy a salir a patinar,
aunque el suelo resbale por la lluvia.