Te observo en el reflejo.
Las pestañas
de tus ojos,
son de hojas dulces.
Observo una mirada
de niño.
Y me dan ganas de usurpar los alientos
y arañarte dulcemente tu corazón.
Volver hacia atrás.
Observarte jugar
con coches,
correr, y gritar.
Tu rastro,
tu olor,
el paseo lento
de tus dedos
por mi interior.
Y boqueo.
Respiro.
Aspiro.
Lamo tu olor.
Fascinante.
Y llamas salen de algún salón.
De algún suelo terroso.
Y podría querer desnudarte
y querer saber que piensas...
Pero por ahora me conformo con mirarte.
Por ahora me conformo con saborearte.