martes, 21 de julio de 2009


Era la primera.

Mis labios te cogieron en supuesto imprevisto.

Pero,

Lo tenías todo previsto

Conocías mi facilidad,

Mi facilidad de ser picada por la abeja.

Mi brillantez, para acabar haciendo lo que tú deseabas.

Los resultados anhelados.

Eran desconocidos

Los dedos de la mano.

Mis brazos después de ello,

Lo siguieron demostrando...

Mi facilidad a cegarme con tus palabras,

Y hacer sin darme cuenta lo que en realidad siempre deseabas.