Aquí nadie deja constancia, ni de su presencia, ni de su partida...
domingo, 4 de septiembre de 2011
Me encanta intentar sostenerte en una mano
y que te escurras como el agua.
Que corras,
me atrapes,
y me sueltes.
Que rías,
y que note tu corazón latir en mi entrepierna.
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