domingo, 20 de noviembre de 2011

¡Que libertad!
El poder gritar lo que siento.
El no censurarme por miedo...

Y te veo dormir
tras velos suaves a veces.


Si con mis labios
pudiese escribirte el poema más bello
en la piel de tu cuello...

Y me pregunta una voz:
¿Y ahora dónde iremos?
Y yo me dejo llevar...

Son cintas naranjas suaves
las que corren ,
paralelamente,
tras de mi.


"Lo voy a hacer lo mejor posible"

Novedad es esto,
y a la vez es, como si lo hubiese estado haciendo siempre...