lunes, 9 de enero de 2012

Tu mirada es tierna.
Tu mano coloca mi flequillo
y mi interior se descoloca.

No quiero pedirte nada.
Aunque a veces deseo robarte.

Ya no sólo
se empaña el cristal...

Y ya no sólo se empapan
mis dedos,
mi risa.

Esto son sólo palabras.
Son un intento de trasplantar
mis sentimientos al papel.