viernes, 18 de enero de 2013

Ahora vuelvo a escribir como cuando tenía quince años.




Me encantaba
cuando estallabas como cascada,
inundándome.
Empapándome en fuego.

Cuando me arropabas
con tu bella pierna.
Cuando sonreías
y no había tristeza detrás de ella.

Y como te amaba,
y como te amo.

Si pudiera hacer algo,
para hacer más sonrisas
para hacerte ver más allá
del lago ahora evaporado.

Si te dejases amar...

Tú existencia aún me conmueve,
y me conmovía...
Estás lleno de existencia,
estás lleno de ternura.

Si volviera a poder amarte,
como antes yo hacía...

Vuelven a reinar los puntos suspendidos.

Pero algo me dice:
Al menos siempre he vivido.>

Acariciar tu cabello,
era como tocar el arpa de la alegría.

Tú dormías mientras un pájaro,
melodías componía en tu nombre.

Ternura que desprendes...
Cuerpo duro,
mente ágil,
corazón que huye,
¿dónde está tu sur?

La belleza imperfecta,
te encarnece,
y mi amor cada día al verte,
amanece.

Dulzura y valentía,
en mí despertaste.

Ahora cogiste las llaves,
y a dormir al gris te marchaste.
Al gris te marchaste.

Cerraste la puerta.

A veces por muy rápido que corra
no logro alcanzarte.

No conozco más idiomas,
para decir que te amo.
Me he quedado con la boca seca,
y el corazón envarado.

Te amo,
y mis palabras no te tocan,
no te alcanzan,
no te hacen vibrar.

Es difícil hacer vivir a un amor,
que no quiere por la vida YA luchar...