martes, 23 de febrero de 2010

Retomo la lectura de poemas.

Retomo la lectura de poemas.
[¿Embarco de nuevo?]


Y huyo,
Me escabullo...
Hacía las páginas en blanco.

Las poesías ya tomadas
Retornan a su cauce
De aire
Y trigo.

Esos resabidos poemas vuelven a cambiar
De forma,
A dejar de ser los mismos.

Es tan lento el tiempo
Cuando a ti me aproximo.

La ternura de tus ojos
Remonta,
Me aproxima al río.

Tus suaves brazos, cuello, “anhelados” labios...
Esos brazos surcados, envarados
Como un barco en la mar.
En mis deseos de encontrarte...

Me cansa tu mirar,
De tanta energía que consumo
En soñar con tu boca.

Suave ola, tersa manta
Cubro tu cuerpo...
Disfruto despierta,
De tu tranquilo sueño.

Giras entre esa manta,
Inocente
Mientras mis ojos no se despegan de tu ya vaporosa presencia.

Creo a veces en la perfección de las curvas
fijándome de nuevo en tus brazos duros y tersos
Fibrosos y encarnecidos por esa epidermis nevada
que ilumina mi pecho.

Tiemblan mis sentidos en un fugaz,
Vivaz,
Vistazo a tu presencia.
Martilleo de trenes en mi caja torácica.

¿Cómo acercarme sin que alces el vuelo,
O partas como aquel gato
Y despedirme así de tu suave y agradable presencia?