domingo, 13 de febrero de 2011

A veces pienso que la historia se repite.
De nuevo cierran puertas
con portazos,
muy sonoros.
Podrían ser roncos.
Pero no.

El verbo perdonar
sacude mi pierna.
Unas dolorosas lágrimas
sacuden,
suspiran.

Puede ser la despedida.
No temo la soledad,
pero no me gusta.

No me gustan las prohibiciones.
Ni yo me pongo barreras,
mis sentimientos son libres.

Nadie me dirá lo que sentir.

Mis sentimientos van por encima
de todo,
por encima de mi.

Yo no decido.
Nadie decide.
Ellos deciden,
por quien sentir.


Y si hay que esperar...