- ¿Qué tal estás?
Justo cuando acabo de subir las escaleras y vengo con hambre.
- Eso es obsesión.
- Eso no es nada...porque a mí...
Cuando me estoy quejando me gusta que o me presten atención sencillamente, o que me ignoren si no les interesa. Pero no que me cuenten que lo suyo es peor. CLARO QUE ES PEOR, PORQUE YO ME QUEJO SÓLO PARA DESAHOGARME Y TÚ PARA LLORAR.
- Tú tranquila...
Justo cuando estoy tranquila, consiguen el efecto contrario.
- Que perversa eres...
Cuando simplemente me niego a hacer lo que le da la gana al que me llama así.
No soy una persona perversa. Ni nunca lo seré.