lunes, 17 de octubre de 2011

¿Dónde está el camino que yo sola camino?
¿El único camino que no comparto?
Es difícil decidirse entre tantas cosas buenas,
sólo sabiendo lo que no quiero ser.

Me gustaría no tener que pensar en futuro.


Poder perder mis manos,
entre su piel,
entre mi barro,
las piedras antiguas
y las pinturas acrílicas.

¿No puede haber un lugar para el ser humano,
dónde pueda hacer lo que le guste, sin tener que pedir permiso?


Un lugar dónde amar la vida, esté permitido...


Un lugar dónde trabajar no sea algo desagradable,
sino algo que hagamos todos con placer...