miércoles, 13 de abril de 2011

Ahora una legumbre parece
esperar el algodón húmedo.

Escucho tu voz,
la letra que sale de ti.

A veces todo es perplejidad,
sobretodo cuando me descubro
deseando estupideces.

Es que mis brazos desean cobijar
al solitario buzón,
agujereado por la tristeza.

De nuevo me siento ONG.

Dices que no hay tiempo para dormir
Y yo deseo que sea así.

Estúpida necesidad de acariciar...
Y ser acariciada, cuerda de guitarra.

Una esperanza parece nacer
de la insistencia,
de la inexistencia.

Entonces espero la muerte
del verde, del rojo, del añil.