Y eso me hace enamorarme aun más de ella.
Pero no ves lo que me gustaría enamorarme,
aun más.
Me sorprendes,
y a la vez la naturaleza parece emanar de ti.
La hiedra ahora me obsesiona.
Pero tu sonrisa consigue tranquilizarme.
Y me descubro,
tras mucho tiempo,
con la tranquilidad
entre mis venas.