domingo, 10 de abril de 2011

De repente sin avisar,
estalla.
Igual es la impresión,
cuando al andar,
en una esquina
me viene su olor.

Y la imagen de él.
Parece real.
Me pregunto cuando me dejará de perseguir.

Nos cruzamos,
damos la vuelta.
Hacemos que no nos vemos.

Pero en el fondo,
yo al menos,
tengo ganas de saber de ti.

Tengo ganas de correr detrás de ti.


Me pregunto cuando ese recuerdo
me dejará de perseguir.


¿Es qué solo estarás tú,
en este hueco?

Ola enrevesada,
que me besa a traición.
Y hace poner en duda mi razón...

Y esa angustia,
pasada angustia,
¿por qué aparece como si nada
por mi salón?