lunes, 26 de octubre de 2009

Carta a un desconocido: Conclusiones posteriores.

Mientras te balanceabas
en el aire,
mientras me rozabas
saltabas
y dabas volteretas.
Pensé que podría enamorarme de ti.

Como lo estoy de la vida.

Cuando te vi aproximándote,
acercándote
con tus zapatillas multicolores...

Ah.
Eres interesante.

Miraba las luces.
Observaba tu cara
tras tus gafas de bucear rosas.

Me pusiste como collar las verdes.



Es una pena que mi imaginación tenga que ser frenada
y tema no volverte a ver.

Porque se que sería una gran amistad.
Y me río ante mi estupidez.
Y mi miedo.




Hola. Tu cabello es precioso y sedoso.
Y tus ojos ambarinos.


Y nos damos dos abrazos.
Nos acabamos de conocer.
¿Tiendo mi mano a cualquiera?