jueves, 16 de septiembre de 2010

La vida termina, cuando nos resignamos.

La Supermujer decidió hablarme. No lo consideró una perdida de tiempo. Y en media hora aprendí más que en años...
Y en media hora supe que la fuerza reside en todos los sitios.
Supe que si quieres nada te vence.
Y si valoras la vida, sobre todo lo demás, nunca pierdes...
Y si abres siempre los ojos y los oídos, siempre ves y oyes cosas que te aportan algo.

Tu vida vale lo que tú quieres.
Tú siempre decides. Hasta cuando decides no decidir.

Yo no me pronuncio ya, por temor a que los deseos no se cumplan.
Pero devoro todo. Y desecho los huesos, mastico las cascaras.
Acabo de decidir que a partir de ahora me pronunciaré cuando crea conveniente. Y que el miedo sea acogido por vuestros labios.
"No dependas nunca de nadie."