martes, 7 de septiembre de 2010

Lo único.

El olor de hombre en realidad no había sido aún asimilado por la memoria olfativa. Puede incluso que no haya existido antes un registro de su presencia.

Me da vueltas la cabeza y se vacían las neuronas. Abren compuertas los ojos.
Una silueta desnuda mi carne.
Una humedad recorre el vaporoso ambiente como una serpiente sensual, las esquinas se desgastan con el frotar.
Un instinto animal mata a la razón por momentos, y no mata la vida, la renueva.
Afianzando lo real.
Notas por primera vez tras años, tu envase. El envase de tu joven alma.
Las piernas conocen la elasticidad y las caderas su fuerza. Vuelta a descubrir cosas nuevas de uno mismo.
Y dejas de creer en la verdad y la mentira.
Ya sabes que lo existente son los colores. Los colores son lo único.



Pero todo parece suceder en la penumbra. En la ausencia. Eso te exalta. Te hace crecer por entre la tierra y las raíces. Y silencias todo.